miércoles, 15 de abril de 2009

El Centro Naturmystico


Si Ud. desea desetrezarse, tranquilidad, adquirir paz interior, mejorar su salud o quizás restablecerla, hay algo mejor que el agua y aire de mar, el sol, los baños hidropáticos y la quinina, decía Piria en sus propagandas para llevar veraneantes a Piriápolis. Pues sustituyamos en invierno y verano, sin descartar las vacaciones en los balnearios, el mar por el aire puro de una quinta del 900, sus árboles casi gigantes que la aislan de los ruidos de la calle y le confieren un silencio solo audible en las zonas rurales y tendremos, añadiéndole las clases de yoga y meditaciones de Rodolfo Legrand, esa "isla de historia" o natural que es el Centro Naturmystico. A medio camino equidistante de cualquier punto céntrico o periférico de la ciudad de Montevideo y por la Avenida Larrañaga, la asistencia a las clases de yoga, lunes, martes, jueves y sábado, nos puede brindar el espectáculo paralelo, si vamos caminando, de encontrar antiguas casas-quintas y un museo, antes o después de llegar al lugar. Un quinchado le sirve de techo a las clases de yoga. Todos los lunes y jueves a las 9 y 30 de la mañana y los martes, jueves y sábado a las 19 hrs, el profesor Legrand realiza el mismo ritual: prende el sahumerio, su cassete de música clásica de fondo e inicia las complicadas técnicas de Hatha Yoga para todas las edades, las que después de un tiempo de aprendizaje se vuelven fáciles, descontracturantes, relajantes y estimulantes de la ganas de vivir, amar la naturaleza y a nuestros semejantes. No hay nada allí que nos obligue a seguir una disciplina, incluso entrar tarde a una clase o charlar a veces demasiado, no recomendable para los alumnos que llegan en hora o fuera de los canones tradicionales del oriente, que orientan la práctica en silencio; pero adecuado para una sociedad de la tertulia como la uruguaya. En suma, cada mañana o tarde, de Yoga y quinta, saldremos de allí renovados y a la larga disfrutaremos del desideratum de salud físico-mental al que se refería la OMS unos años atrás. Además Rodolfo Legrand cocina unas magníficas viandas vegetarianas y macrobióticas que reparte a sus clientes y comesales del barrio Brazo Oriental y alrededores, Pocitos y el Centro, entre otros.

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